¿Sabes que Menorca tiene el mayor puerto natural del Mediterráneo?
Son entrada y salida, centro de actividades naúticas, deportivas, de ocio,... los puertos de Menorca están llenos de vida. ¿Te apetece visitarlos?
Comenzamos la visita por Mahón. Su puerto natural es el mayor del Mediterráneo y el segundo más grande de Europa. A través de sus 6 km. de largo nos adentra en una historia de batallas y conquistas por su estratégica situación geográfica.
Cuando llegas a Menorca en barco, entras en el puerto con el amanecer. Es una estampa difícil de olvidar. El mar sereno, la ciudad comienza a despertar. A un lado, la diversa oferta de ocio y gastronómica descansa de la actividad nocturna en la falda del acantilado. Al otro, se ven las luces desperdigadas de las casas entre el verde del campo.
Islas y puertos dentro del puerto
Pasamos por Cales Fons, en Es Castell, un pequeño puerto dentro del puerto, con gran actividad en la temporada turística. Las terrazas de los restaurantes se llenan de gente en las calurosas noches de verano. Tiendas, mercadillo artesano y un bonito paseo marítimo hasta el Moll den Pons.
Vemos las islas del puerto: el Lazareto, la Isla del rey y la isla Pinto. Barcos atracados y fondeados en ambas orillas. La afición a las actividades naúticas es mayoritaria en Menorca.
El pirata Barbarroja
Una vez en el hotel salimos a la terraza. Las vistas del puerto son impresionantes. Todo comienza a moverse. Ya tenemos previsto hacer una excursión en barco hasta Cala San Esteban para conocer los recovecos de este gran puerto y su historia. Los niños quieren saber cómo el pirata Barbarroja llegó con sus naves y conquistó Mahón en 1535.
Un pequeño paraíso blanco y azul
Hoy hemos ido al puerto de Fornells. Los niños querían dar un paseo en kayak y nos hemos animado todos. Este precioso pueblo de pescadores se ha convertido en uno de los mayores atractivos de la isla. Desde la bahía vemos las casas pintadas de blanco, el paseo con las palmeras, los barcos que salen a navegar,….
Pasamos cerca de un grupo de amigos que hacen windsurf. Los 3 km. de longitud de la bahía y sus tranquilas aguas favorecen la práctica de todo tipo de actividades naúticas por lo que hay una interesante oferta hotelera en la zona para acoger a los visitantes.
Una basílica en la ribera
Hemos dado un gran paseo. De camino hacia La Mola de Fornells hemos descubierto los restos de una basílica paleocristiana. La basílica des Cap des Port es del siglo V y una muestra más de la riqueza arqueológica de Menorca que actualmente tramita su candidatura como Patrimonio mundial por la cantidad de restos de la cultura talayótica que conserva.
La Torre de Fornells, el Castillo de San Antonio,… y hemos acabado el paseo disfrutando de la gastronomía menorquina en uno de los restaurantes que bordea la bahía. Una terraza a la sombra desde la que veíamos a la gente muy animada entre el mercadillo artesanal.
Y no podemos dejar la isla sin conocer el puerto de Ciutadella. Pequeño y coqueto, es el escenario lúdico del poniente menorquín.
El año de la desgracia
Hemos comenzado el paseo en el Castillo de San Nicolás, una torre de defensa del siglo XVII. Los niños escuchan con la boca abierta las aventuras que nos cuenta un guía: los piratas llegaron en 1558, sitiaron la ciudad y, pese a que había cerrado sus murallas, conquistaron Ciutadella, la saquearon y provocaron una gran matanza.
En la ciudad recuerdan estos hechos como el “año de la desgracia” y, en la plaza del Borne, erigieron un gran obelisco de 22 metros de altura que recuerda la resistencia ante los invasores.
Un menorquín, Almirante norteamericano
Frente al castillo, al otro lado de la bocana del puerto, está Sa Farola, un pequeño faro de 21 metros de altura que avisa a los barcos con su luz intermitente.
Y a nuestro lado, la escultura de David Glasgow Farragut, primer almirante de la Marina de los Estados Unidos de América hace ya unos 145 años. Su padre había nacido en Ciutadella y él fue un gran héroe que en la Guerra de Secesión de los Estados Unidos consiguió dos victorias muy importantes.
Palacios entre calles estrechas
El paseo marítimo es amplio y precioso. Vemos los barcos saliendo a navegar y llegamos a una calle animada por un mercado artesanal que nos conduce hasta la zona de restaurantes y bares con una variada oferta gastronómica: pescado recién descargado de los barcos, la típica langosta en paella o caldereta,…
Ciutadella es una ciudad bonita con un casco antiguo lleno de estrechas callejuelas, de casas señoriales, algunas de ellas convertidas en pequeños y acogedores hoteles, ideales si viajas en pareja.
Para mañana ya preparamos una excursión en barco desde el puerto hasta algunas de las calas del sur en las que podremos nadar, bucear y tomar el sol.
¿Te gustan las actividades naúticas? El puerto de Fornells te encantará. ¿Un paseo en barco? Acércate al puerto de Mahón y conocerás sus islas y su historia. ¿Vienes con amigos y quieres divertirte? No dejes de pasar por el puerto de Ciutadella.