En Menorca, la luna y el sol salen por Cales Fons

Cales Fons, un puerto pesquero reconvertido en zona de ocio, anima las noches de verano con comercios, restaurantes, mercado artesanal,... y sigue conservando su color marinero.

En Es Castell, al este de Menorca, hay una pequeña bahía. Justo en la bocana del puerto de Mahón. Los pescadores amarraban allí sus barcas y las cuevas del acantilado eran sus almacenes. Allí guardaban las redes y demás enseres marineros.

Aquellas antiguas grutas son ahora tiendas que muestran sus productos de vivos colores veraniegos. Bares y restaurantes que ofrecen excelentes platos de la gastronomía menorquina. Y entre todos dan ritmo al actual Cales Fons.

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Comienza a esconderse el sol. Bajamos por las escaleras del puerto. Están repletas de tenderetes que exponen artesanía, ropa y artículos diversos. No hemos podido resistir la tentación de parar en unos cuantos y admirar algunas piezas de bisutería elaboradas con diseños muy favorecedores.

Un paseo al lado del mar

Caminamos por la orilla del muelle, cerca del mar y de las pequeñas barcas. El ambiente de las terrazas donde la gente habla mientras cena o se toma una bebida fresca es alegre. Una ligera brisa hace el paseo más agradable aún.

Las tiendas sacan su mercancía a la calle. Bolsos, vestidos y souvenirs se entremezclan con la gastronomía típica, con los músicos callejeros que, con el acordeón, nos recuerdan los sonidos de París, aunque estemos en Menorca.

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La diosa de la aurora

Dicen que Eos, la diosa de la aurora, abre las puertas al sol para que salga cada mañana a dar su paseo habitual recorriendo el cielo de este a oeste. En Cales Fons, donde podemos ver el primer rayo de sol de España, está la puerta de Eos.

Cuando llegamos a la esquina del puerto, una gran marco metálico nos señala por dónde sale el sol. Tendremos que venir a primera hora del día porque nos han asegurado que el espectáculo merece la pena.

La isla de la cuarentena

Enfrente de esta pequeña bahía hay una isla. La primera que nos encontramos al entrar en el puerto de Mahón. Es el Lazareto.

Antiguamente estaba unida a la costa norte del puerto por un brazo de tierra. Hace más de un siglo se separó del camino que le acercaba a La Mola. Su función era acoger barcos, mercancías y pasajeros que llegaban a la isla y eran sospechosos de tener alguna enfermedad contagiosa.

Allí recibían atención médica y esperaban el tiempo necesario para saber que no eran portadores de la peste o el cólera, enfermedades que diezmaban algunas poblaciones a principios del siglo XIX.

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Las instalaciones, que se comenzaron a construir en 1793, se pueden visitar los jueves y los domingos durante los meses de verano. Desde Cales Fons un barco nos acerca al muelle de la isla. Y comenzamos a conocer la historia de sus torres de vigilancia y los aposentos para los enfermos.

¿Quieres disfrutar de una tarde en una de las zonas de ocio más auténtica de Menorca? Cales Fons es un marco ideal para dar un paseo, comprar unos recuerdos y cenar mientras la luna se alza en el cielo. ¿Aún no conoces este puerto pesquero del este de Menorca?

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