La Mola, un viaje por el tiempo en Menorca
En más de una ocasión los visitantes a la isla nos preguntan por un lugar que no deben dejar de visitar. Escoger un solo lugar es muy difícil, pero en cualquier lista siempre aparecerá la Fortaleza de la Reina Isabel II, popularmente conocida como La Mola.
Es una península de un millón de metros cuadrados cuyos acantilados esconden el punto más oriental de España, dónde hubo una famosa y temible cárcel que formó parte de uno de los últimos grandes proyectos de la corona española para mantenerse a la par con las potencias Europas del siglo XIX.
Anteriormente ya existía alli un emplazamiento militar y otros edificios debido a que se trata de una zona estratégica, justo a la entrada del puerto natural de Mahón.
¿Los cañones de Navarone están en Menorca?
En La Mola está “La Pieza” como la conocen los militares, una maravilla de la ingeniería de principios del siglo XX. Hablo del cañón Vickers de 381mm. Hubo seis en Menorca y otros tantos en la península, son los cañones de mayor calibre jamás montados en España. Sus grandes dimensiones hacían que para limpiar el interior, un soldado fuera introducido por la boca del cañón para limpiar los 18m de tubo. Curiosamente, hay toda una generación de orgullosos menorquines que creen, están convencidísimos, que allí se filmó la pelicula “Los cañones de Navarone”. Para su desilusión esto no es correcto.
Camomila, la manzanilla menorquina
La Mola, es en realidad el nombre del promontorio que cierra al norte la entrada del puerto de Mahón y de allí es archiconocida la manzanilla, Santolina chamaecyparissus magonica; un endemismo menorquín que crece en gran parte del norte insular y sirve para elaborar una aromática y relajante infusión.
¿Nos acompañas en la visita?
Pero vayamos a ver la Fortaleza, su construcción fue una obra faraónica y costosa que hoy nos deja una verdadera maravilla de la arquitectura militar, este gran emplazamiento estuvo ocupado y militarizado hasta los años 90.
De ahí en adelante, se abrió y adecuó para las visitas. Aprovecho para recomendar ir con bastante tiempo disponible. Hay muchas cosas que ver y el visitante inquieto y curioso no se cansará de recorrer el lugar. Además, a los más pequeños les encanta jugar a ser soldados que escapan entre las galerías y se esconden entre los muros.
La larga y fascinante galería aspillerada, el interior del profundo foso, el Hornabeque y su mirador al puerto son las partes más destacables de la zona más cercana a la entrada.
Llegando a la parte alta de la península varios miradores nos mostrarán el esplendor del litoral. Ya sea en calma o mientras azota la tramontana es un espectáculo que no hay que perderse.
La Penita y los cañones sobre la fortaleza
En la zona alta, los edificios abandonados y ruinosos nos hacen pensar en las familias que aquí vivieron. Una de las antiguas construcciones fue la escuela, ubicada en un lugar dónde había que soportar las inclemencias del invierno insular y la Tramontana.
De entre estos edificios, La Penita es el más conocido; la antigua Penitenciaria Militar estuvo en uso hasta 1970, dando a Menorca una terrible fama que por fortuna hoy pocos recuerdan; el Penal de Mahón hacía pensar a muchos reclutas que toda la isla era una gran cárcel.
En la parte más oriental se encuentran los cañones, uno de ellos en fabuloso estado puede ser visitado con los guías del recinto; la maquinaria y el olor a grasa nos recordarán a la sala de máquinas de un barco; en realidad estos cañones fueron diseñados para buques y no como baterías de costa.
La Dama Blanca, el fantasma de La Mola
Un poco al norte de este cañón, cerca de la Punta de l’Esperó (punto más oriental de España) es el lugar dónde nace una fantasmagórica leyenda que asustó durante años a los reclutas que en las frías noches de invierno debieron hacer guardia en las garitas expuestas al viento.
Se decía que por la noche se escuchaban los gemidos de la Dama Blanca, algunos incluso dijeron haberla visto, y asustados dispararon su arma.
La Dama Blanca es el sobrenombre que se le dio a la Condesa Rocamari; esposa de Oficial de la Base Naval de Mahón, que fue fusilada y arrojada al mar en aquellos acantilados de l’Esperó. La leyenda cuenta que la mujer agonizó durante días sobre las rocas hasta morir.
Asesinada en los primeros días de la guerra civil, su fantasma volvía por las noches para asustar a quiénes ahí se encontraban. Cuando los niños escuchan la historia miran entre las rocas curiosos esperando ver un vestido blanco entre las sombras.
La muerte de esta mujer es trágicamente cierta aunque la aparición de su fantasma no tanto. Resulta que gran parte de los sonidos escuchados en más de una ocasión por los reclutas asustados no era más que el canto nocturno de las pardelas que anidan en los acantilados.
Experiencias que no hay que perderse
Daré dos consejos a los visitantes:
1 – no irse de La Mola sin visitar el cañón, la cámara de tiro y la maquinaria subterránea. Ayudan a comprender la inmensidad de este cañón que pronto cumplirá 100 años. Los más pequeños de la familia querrán meterse dentro para jugar.
2 – adentrarse en el foso, recorriendo parte de él, imaginando que somos soldados invasores, atentos en cada esquina vigilando cada aspillera (esos huecos en la pared en forma de buzón que sirven para disparar a través de ellos) hasta llegar al llamado punto cero, el lugar en dónde termina el foso con una gran y alta pared quebrada. Eso nos muestra el deterioro y paso del tiempo, pues más temprano que tarde una gran parte de la muralla defensiva caerá al mar.
¿Tienes previsto viajar con tu familia a Menorca? ¿Te gustan las aventuras? No te pierdas un viaje por el tiempo visitando la Fortaleza de la Reina Isabel II.
Luis Ameller
menorcaguides