Volver a Menorca
No he hecho lista de propósitos para el 2016. La mayoría se quedaban en el papel, sin cumplir. Sólo he apuntado un deseo: volver a Menorca. Un deseo que ya estoy planificando para que sea una realidad.
Volver a Menorca, disfrutar de la calma, de los paseos por la playa, por el campo, conocer la historia de sus poblados prehistóricos y soñar con las puestas de sol.
La tranquilidad de un hotel rural
El año pasado estuvimos en Menorca un grupo de amigos. Hotel cerca de la playa, un viaje en velero por la costa sur, un día de kayak en la costa norte, paseos por el puerto de Mahón,….. Fueron unas vacaciones de verano estupendas pero, aunque Menorca es una isla pequeña, nos quedó mucho por ver.
Esta vez quiero ir con mi pareja. Tranquilos, en un hotel rural, íntimo, en medio del campo y con todas las comodidades. Ví varios y ahora elegiré el que más me guste. ¿Me recomiendas alguno?
Hay varias cosas que quiero hacer. Por ejemplo, una excursión a caballo, Nunca he montado pero sé que hay algunas rutas especiales para principiantes. Me imagino a los dos con caballos menorquines, esbeltos y pacíficos, paseando por la costa de Menorca, llegando a esas pequeñas calas que abundan en la isla.
¿Nos atreveremos a acercarnos a la orilla del mar? Es como un sueño. Cabalgar por el Camí de Cavalls, un sendero que bordea Menorca, disfrutando de las vistas y el aire marino, sin preocupaciones.
Menorca provoca este efecto. Es como si estuvieras en otro mundo, más suave, más calmado. Las personas aquí son así. Tranquilas, sin prisas. Hay tiempo para todo, no hace falta correr. Y es contagioso.
Llegas con ganas de hacer un montón de cosas, con el estrés de la ciudad. Pero te dura, como mucho, un par de días. Pronto te adaptas. Te sientas en una silla típica de tela en la calle mientras comes un helado y ves a la gente pasar. Son esas cosas que hacen de Menorca un lugar especial.
Luces en el Mediterráneo
En verano tuve ocasión de conocer el faro de Favaritx. Un lugar increíble donde quiero volver. Era un día de viento, con olas que saltaban por encima de las rocas. Un paisaje que no he olvidado.
Esta vez quiero visitar también Cavalleria y Punta Nati. No quiero perderme las puestas de sol. Mientras la luz natural se va, los faros comienzan a iluminar el cielo. Iremos caminando. Cerca del faro de Cavalleria hay un antiguo poblado romano, Sanisera, del siglo I a.C.. Es único en Baleares. Y podremos pasear por el pequeño puerto de Sanitja, al norte de la isla.
De las vacaciones en la isla traje queso, sabrosísimo, y sobrasada, un embutido que desconocía y que fue un gran descubrimiento. Mis amigos se la comieron entera en una merienda que preparé al volver a casa.
Con mi pareja quiero conocer la gastronomía de Menorca: la caldereta, el pescado fresco, un perol de carne,… ¡Ah! Y volver a probar esa bebida que preparan con gin y limonada y que muchos llaman “pomada”. Es típica en las fiestas de los pueblos, pero también es perfecta para tomar después de una buena cena. La tomaremos al lado del mar, en una cala de pescadores, al este de la isla, Cales Fonts.
Cálida primavera
Sigo avanzando en el programa del viaje a Menorca. Quiero hacerlo en primavera. El clima es cálido en mayo, hay menos turistas, el campo estará precioso lleno de colores y despertaremos cada mañana con los primeros rayos de sol para aprovechar el día. ¿Sabes que Menorca es el primer lugar de España donde sale el sol?.
Creo que también programaré esto. Ir un día a la Cala San Esteban, al este, para ser los primeros que veamos el sol. Y después, a tomar un buen desayuno. Ahora tengo que decidir dónde. ¿Tienes alguna propuesta? ¿Me ayudas a preparar el viaje a Menorca?.