Espectáculos Ecuestres
Cuando visitemos un espectáculo de doma menorquina nos daremos cuenta del estrecho vínculo que han logrado el caballo y el hombre a lo largo de los tiempos. Estas exhibiciones ecuestres son una gran oportunidad para admirar la nobleza y la plasticidad del caballo de raza menorquina. La armonía con la que se realizan los espectaculares ejercicios no dejará de sorprendernos.
El caballo ha tenido históricamente una estrecha relación con el pueblo menorquín. Ya en el siglo XIV el caballo era el protagonista del sistema de defensa de Menorca, asociado al «Camí de Cavalls» que rodeaba la isla. Este sistema se basaba en la concesión de tierras por parte del rey a quién pudiera mantener un caballo para salir en defensa de posibles ataques enemigos. Ya en aquella época los caballos tendrían que ser necesariamente ágiles y fuertes para moverse por la rocosa superficie de la isla, y así llegar con rapidez al lugar del conflicto y replegarse velozmente. La armónica relación del hombre con el caballo se ha mantenido desde entonces, ya que el hombre ha sabido protegerlo y mimarlo encontrando el equilibrio perfecto entre los trabajos que desempeña en el campo y las fiestas populares.
Que el caballo menorquín sea de raza autóctona, no puede entenderse sin tener en cuenta la importancia que tienen las fiestas patronales en las que tan apreciado animal es el verdadero protagonista.