Menorca: paisajes de luz y color

Uno de los grandes encantos de viajar es el cambio de escenario, ver nuevos o distintos paisajes y, en ese aspecto, Menorca jamás defrauda.

Esta pequeña isla engaña, su reducido tamaño nos hace pensar en ocasiones que en poco rato lo habremos visto todo. Francamente, nada más lejos de la realidad.

Una isla de colores

Si sobrevolamos Menorca en horario diurno, suponiendo que se llega por aire, lo primero que llama la atención es la gran cantidad de zonas sin edificar y las paredes de piedra que a vista de pájaro forman un mosaico tapizado de verdes y marrones rodeado a su vez de azul y turquesa.

Ésta es la bonita y visual carta de presentación de la isla, colores y contrastes.

Todo viajero pretende siempre unas bonitas fotos de recuerdo y Menorca le da luz y paisajes inolvidables.

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El primer rayo de sol llega a Es Castell

En la isla tenemos verdaderas razones para estar orgullosos y por ello os voy a proponer una ruta fotográfico-paisajística.

Como ya sabréis Menorca, Es Castell para ser más correctos, es el primer amanecer de España. Ver el amanecer en el Puerto de Mahón o Cales Fonts es una maravilla, puede coincidir con la llegada del Ferry o algún crucero y mientras sale el sol se iluminan las formas de las antiguas fortalezas del puerto de Mahón. La Mola, El Lazareto y la Torre de Sant Felipet son visibles a la entrada del puerto desde Cales Fonts.

Contrastes al norte

Otro lugar mítico, y que sale en todos los álbumes fotográficos es Faváritx en el Parque natural de Es Grau, un entorno ideal para conocer un paisaje realmente particular y único en las Baleares. Ésta zona, una de las formaciones geológicas más antiguas del archipiélago nos da unos tonos oscuros y grises que contrastan con el mar que lo rodea. Si hay viento y oleaje es aún más espectacular.

Cerca de Favàritx hay espectaculares playas accesibles desde el Camí de Cavalls; quizá la más famosa sea Cala Tortuga, y si uno lo desea pueda recorrer un tramo del litoral, que en primavera y principio de verano es rico en amarillos por la floración de la vegetación, y siempre con el Faro de Favàritx de fondo.

Rojos acantilados

En la costa norte, otro tramo realmente fascinante es entre Cavalleria y Pregonda, donde abundan los tonos rojizos debido al contenido mineral de la tierra. Una vez más nos hallamos en una zona geológicamente diversa al resto de la isla. Pregonda es para muchos la playa más bonita del norte. Y el cabo de Cavalleria, por sus formaciones rocosas, afilados salientes y altos acantilados resulta visualmente impactante cuando llegas la primera vez.

Busca el callejón azul

Fornells al norte, hasta hace poco un pueblo pesquero todavía mantiene un aspecto auténtico. Un pequeño puerto con embarcaciones tradicionales, botes de pesca y una amplia bahía con bonitas vistas. Se aprecian,sobre todo, desde lo alto de la restaurada torre de defensa del siglo XVIII.

Si váis, buscad el callejón azul cerca de la iglesia. Es muy popular entre los instagrammers que visitan Menorca. Además, uno puede ahí comer y darse un refrescante chapuzón sin mancharse de arena.

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Los bosques del Mediterráneo

Durante las horas de calor, algunas zonas ideales para fotografiar o disfrutar del paisaje podrían ser los bosques de pinares entre las playas del sur. Los tramos entre Macarella, Cala Galdana, Mitjana e incluso hasta Binigaus nos dan unas panorámicas que permiten realmente apreciar la belleza del mediterráneo.

Desde los acantilados se puede gozar del verde de los pinos sobre la blanquecina roca calcárea y sus calas mojadas de los más bellos y diversos tonos del mar. Es difícil de describir.

Otra opción de paisaje curioso, son las canteras. Esos abandonados lugares de los cuáles procedía el principal material de construcción insular. Son dignas de visitar de manera independiente: Santa Ponça en Alaior y Binicalsitx en Ferreries. No son fáciles de encontrar y es por eso que de veras merecen la pena.

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¿Ha visto la luz de la oscuridad?

A última hora del día la luz ilumina la ciudad de poniente, Ciutadella. Al atardecer suele tener bastante ambiente en sus calles, la cálida luz del ocaso le da un tono anaranjado que la hace más bonita y acogedora. Ideal para callejear y fotografiar la vida del pueblo.

Cada uno tiene su lugar favorito para un bonito atardecer. Muy cerca de Ciutadella se encuentra el Pont de’n Gil. Esta formación crea un pequeño puente sobre el mar en un brazo de tierra que apunta a Mallorca. Detrás de la isla vecina se esconde el sol todos los días.

Pero la fotografía no acaba ahí, al anochecer muchos de estos lugares son ideales para conseguir magníficas fotos del cielo, las constelaciones, la vía láctea, lluvias de estrellas o la luna.

Si además la visita coincide con las fiestas patronales de algún pueblo, estaréis de enhorabuena pues son otro gran atractivo fotográfico. La gente llena las calles con alegría y los caballos y sus jinetes entran en acción durante el jaleo y los diversos actos festivos.

Recomendaciones

Buen calzado, agua en abundancia, material fotográfico (trípode, baterías, linterna, tarjetas de memoria) y, si puede ser, buena compañía para disfrutar de estos momentos ya que la foto bonita no es comparable a la vivencia.

¿Eres aficionado a la fotografía? ¿Tienes previsto visitar Menorca? Su luz, sus colores y sus paisajes serán una buena inspiración y una gran experiencia.

Luis Ameller
menorcaguides

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